Hacia un nuevo modelo histórico de las comunidades eclesiales de base.
Esta nueva etapa de relanzamiento de las Cebs., que iniciamos hace un año, -por la apreciación que de ellas hace Aparecida-, está pidiendo una nueva forma de vivir las Cebs., un nuevo modelo, una nueva experiencia comunitaria. No podemos seguir transitando tranquilamente por caminos trillados; se necesita que con la creatividad que da el Espíritu, abramos nuevos senderos.

Relanzar las Cebs. no significa únicamente promoverlas cuantitativamente, sino también y principalmente cualitativamente, es decir, buscar nuevos modelos de vida comunitaria, de vida de Iglesia en la base.
De donde venimos
Venimos de una experiencia de grupos de base, no tanto de comunidades. Grupos centrados en la reflexión de la Palabra de Dios, a partir de la realidad. Grupos que actualmente están volteados más hacia la realidad eclesial, hacia dentro, y poco hacia la realidad social. Grupos constituidos por adultos y más por mujeres que varones. Grupos que viven un movimiento más centrípeto que centrífugo. Decimos que somos la Iglesia en movimiento, pero demos la impresión de ser un movimiento de Iglesia.
No es posible seguir así, porque este modelo de Comunidades eclesiales de base, ya comienza a dar la impresión de estar desgastado y no abre horizontes más amplios, por tanto, no entusiasma y convoca muy poco. Estos grupos se conservan casi con los mismos miembros, que van envejeciendo y así la misma comunidad va envejeciendo en su vida y en su acción.
Un nuevo modelo de CEBs
La nueva forma, el nuevo modelo de Ceb., no ha sido aún diseñado, y no hay recetas para hacerlo, se necesita para ello, la creatividad que da el Espíritu y el amor a la Iglesia de los pobres. Se puede sugerir algunos rasgos, pero no más. ¿Cuáles serían?
1. Comunidades que sean IGLESIA EN LA BASE. La Ceb es un nuevo modelo y un nivel de Iglesia, el más pequeño. La Iglesia para que sea tal debe vivir los elementos constitutivos, no sólo uno o dos de ellos, porque entonces sería un grupo de movimiento o asociación. Estos elementos son:
1.- El anuncio de la Palabra
2.- la celebración de la salvación en la vida
3.- la comunión y fraternidad
4.- los ministerios y servicios hacia dentro de la comunidad y hacia la sociedad, y la misión.
Es fundamental tener conciencia de que las Cebs son Iglesia. Para lograr esto es necesario cambiar de referente. Venimos de un modelo de Iglesia de cristiandad, cuya expresión es la parroquia, que tiene características distintas y contrarias a las de las Cebs. Ese modelo y nivel lo hemos introyectado a tal grado, que es el modelo y nivel en el que pensamos y vivimos la Iglesia. Es necesario que el referente sea la Iglesia en la base y la parroquia pensarla como "comunidad de comunidades".
El modelo histórico de las Cebs. son las "Iglesias en las casas" de los primeros cristianos. "Iglesia en la casa" que se puede construir alrededor de un enfermo, donde se vive la catequesis familiar, donde se celebra la Palabra; puede ser una comunidad en la universidad/en los presidios/en las cooperativas; una comunidad catecumenal (no neocatecumenal), una comunidad que se convoca a partir de la Religiosidad Popular, una comunidad Bíblica de oración, de militancia social, comunidad de migrantes/indígenas. Estos podrían ser los nuevos modelos de las Cebs. que hay que intentar con creatividad.
2. Comunidades que sean IGLESIA-MISIÓN. La misión es tan fundamental a la Iglesia, que no tiene una Misión sino que ES MISIÓN. Estar en estado de Misión significa tener las puertas abiertas. La Misión supone salir a la periferia, llegar a aquellos a los que nunca o casi nunca se llega, sin prejuicios, sin el propósito de "convertirlos", llegar a ellos para darles la buena nueva del Reino de Dios, llevarles la esperanza del amor de Dios en este sistema que la mata. NO se va prioritariamente para fundar más comunidades, sino para que el Reino de Dios acontezca con mayor claridad entre ellos.
Esta misión requiere no llevar esquemas preestablecidos, sino la confianza en el Espíritu Santo, que inspirará los caminos que hay que recorrer.
El testimonio debe ir por delante; más que las palabras, el testimonio de una vida de servicio y de compromiso por el Reino de Dios es el que va a convencer a los demás y convencerlos de participar en la comunidad de los discípulos y discípulas de Jesús.
El método no puede ser proselitista: interesándose sólo de aumentar el número de los cristianos; ni impositivo: imponiendo sólo normas y costumbres morales; ni apologético: debatiendo a los interlocutores y tratando de convencerlos de que están en el error.
Para esto se necesita romper y ensayar nuevas formas, fronteras y métodos
3. Comunidades que sean IGLESIA AL SERVICIO DE LA VIDA DIGNA. Al constatar la realidad de pobreza del continente, resalta el contraste con el Reino de Dios; estas condiciones contradicen el Reino de vida, que es incompatible con las situaciones inhumanas en la que vive la mayoría (DA 358). "El contenido fundamental de esta misión, es la oferta de una vida plena para todos" (DA 361). Por esto los Obispos afirman que "Necesitamos que cada comunidad cristiana se convierta en un poderoso centro de irradiación de la vida en Cristo" (DA 361). Descubren los Obispos que es necesaria la colaboración para "Crear estructuras que consoliden un orden social, económico y político en el que no haya inequidad y donde haya posibilidades para todos. Igualmente se requieren nuevas estructuras que promuevan una auténtica convivencia humana" (DA 384).
La opción por los pobres no ha perdido su actualidad y urgencia, porque ahora es más necesaria que antes ya que hay más pobres cuantitativa y cualitativamente. "La Iglesia está convocada a ser abogada de la justicia y defensora de los pobres" (A 395)
Las Cebs. tienen que comprometerse en la transformación de las estructuras, en la realización de acciones no sólo asistenciales y promocionales, sino también de construcción de la ciudadanía, a través de las organizaciones ciudadanas. Deben ser luz, sal y fermento en medio del mundo civil y político. Este trabajo es permanente, no únicamente de ciertos tiempos.
Es necesario abrirse a los nuevos caminos de la política, que no es sólo partidista, sino también ciudadana. En este campo no hay límites de participación, siempre y cuando se busque la justicia, la igualdad, la defensa y promoción de la dignidad humana. También en este campo social es necesaria la creatividad en la búsqueda de la diversidad de caminos: economía solidaria, consumo responsable, ecología, atención a migrantes, defensa y promoción de los derechos ciudadanos… tratando de formar redes.
En las Cebs. se debe seguir acompañando a cristianos y cristianas que tienen el carisma de la participación social y política.
4. UNA IGLESIA EN LA FUERZA DEL ESPIRITU, que es quien da vida y la guía. El dejarse guiar por el Espíritu es fundamental en las Cebs. La espiritualidad propia de las Cebs. tiene sus características propias: centrada en la Palabra de Dios y en la Eucaristía, que toma en cuenta la realidad y responde a ella y se hace responsable de ella, una espiritualidad que tiene como centro y objetivo el Reino de Dios, que vive la opción por los pobres, que vive y anuncia la esperanza en un mundo y una Iglesia nuevos. Sin minusvalorar los otros estilos de espiritualidad propios de los movimientos o asociaciones, vive la espiritualidad de la Iglesia, comunidad, en proceso, en solidaridad, con creatividad y arriesgando su seguridad.
Tratar de vivir un nuevo modelo de Ceb es nuestra tarea, construyámoslo.
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